1. Limpieza diaria de espacios comunes y oficinas
Incluye sanitización de escritorios, baños, salas de juntas, áreas de descanso, entradas y más. Se realizan tareas programadas con productos certificados y personal capacitado.
2. Mantenimiento de pisos y superficies
Desde barrido industrial hasta pulido y abrillantado de pisos (mármol, vinil, concreto, etc.). Se utilizan técnicas y equipos específicos para cada tipo de superficie.
3. Limpieza de vidrios en altura y fachadas
Con personal especializado en trabajos verticales, equipos de seguridad y productos adecuados para cristales y materiales expuestos al ambiente.
4. Servicios de jardinería y fumigación
Una limpieza integral contempla también el exterior: corte de pasto, control de plagas, mantenimiento de áreas verdes y fumigación periódica como medida preventiva.
5. Sanitización, desinfección y protocolos especiales
En entornos de alto tránsito o alto riesgo (como hospitales, plantas o escuelas), se incluyen procesos especializados de desinfección con productos grado hospitalario y maquinaria atomizadora o de vapor.
6. Supervisión y control de calidad
Un verdadero servicio integral incluye seguimiento constante: supervisores, bitácoras, auditorías internas y atención personalizada para asegurar cumplimiento y satisfacción.
Conclusión
Contratar una limpieza integral no es solo cuestión de imagen: es una medida operativa clave para el bienestar de tus equipos, la prolongación de activos y la eficiencia general. En Hervel diseñamos planes personalizados que incluyen todos estos elementos, con el respaldo de un equipo profesional.
¿Te gustaría evaluar si tu servicio actual es realmente integral?